Hola, de nuevo!!!
En la tarde de hoy, vamos a hablalr de Una grieta de modernidad en un viejo caserio asfixiado!!! Estamos hablando de la ya centenaria GRAN VÍA DE MADRID!!!
La villa de Madrid, corte desde 1561, sin embargo no lo parecía a
mediados del siglo XIX.
Callejas estrechas, un caserío apelmazado y
mezquino, poca salubridad y ventilación diferenciaban nuestra villa de
otras capitales europeas.
Durante el reinado de Isabel II (1833-1868),
que fue la época en la que más reformas se propusieron para la villa, se
empezó a vislumbrar la posibilidad de crear una Gran Vía que abriese
una grieta de modernidad en el inalterable plano de Madrid. Inalterable
por el casi nulo crecimiento de la villa, constreñida en sus cercas, en
los anteriores doscientos años.
El proyecto de ensanche de Carlos María de Castro se presentó en 1860, y
en 1859 se inició la profunda reforma de la Puerta del Sol.
Era
inevitable construir una Gran Vía y, la primitiva Gran Vía sería creada
como consecuencia de la reforma citada.
Se prolongaría la calle de
Preciados, ya ensanchada en su tramo entre la Puerta del Sol y la plaza
del Callao, y llegaría hasta la entonces plaza de San Marcial.
La idea
es de 1862, y algo se empezó a hacer, pero las obras no comenzaron hasta el año 1910 y, finalizaron en 1954.
Casi cien años para construir una calle son muchos años, pero en Madrid
los cambios son siempre muy mal asumidos, y la Gran Vía era un cambio
muy grande.
En 1910 se iniciaron los derribos de los solares expropiados. Este
primer tramo hizo desaparecer la calle de San Miguel, que iba desde la
Red de San Luis hasta la calle de Alcalá. Cuando unos años después se
terminó, recibió el nombre de Conde de Peñalver, en recuerdo del alcalde que promovió el inicio de las obras.
En el segundo tramo se acabó con la mayor parte del trazado de la calle Jacometrezo, y el nombre elegido fue el de Pi y Margall, destacado político del siglo XIX que fue presidente del Poder Ejecutivo durante la Primera República.
Y el tercer tramo se inició a mediados de los años veinte y no finalizó
hasta que se igualó el terreno en la calle Princesa y se enlazó con la
plaza de España. Fue el trozo más destructivo, que más calles hizo
desaparecer, y que se llevó por delante el magnífico mercado de los
Mostenses, verdadera joya de la arquitectura en hierro. El nombre de
este tercer tramo fue en principio Eduardo Dato, presidente del Gobierno asesinado en la Puerta de Alcalá en 1921.
Pero tras la guerra cambian todos los nombres,(aunque los madrileños siempre la
conocieron como Gran Vía). En 1981 definitivamente adquiere esa
denominación.
Desde su finalización, la Gran Vía se convirtió en una de las
principales arterias de la ciudad, comercial y bullanguera, llena de
cafés, terrazas, comercios y grupos de turistas extranjeros que recorren
sus cuestas en tropel y asombrándose de cuanto ven, asombrándose de
contemplar una avenida moderna y europea.
Nos vemos en la próxima sesión, ser felices!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario