Hola,buenas noches!!!
Resulta curioso descubrir como muchas expresiones de
las que utilizamos en la actualidad tienen un origen bastante más lógico y real
de lo que pensamos.
Es lo que sucede con la expresión “el quinto pino” que
habitualmente utilizamos para señalar que algo está muy lejos y que,
precisamente, se originó en Madrid.
Según nos cuenta la historia, durante el reinado de
Felipe V en el Siglo XVIII se plantaron en una de las arterias principales
de la ciudad cinco frondosos pinos. El primero de ellos estaba en lo que hoy
sería el comienzo del Paseo del Prado, cerca de Atocha. Los demás, situados a
una notable distancia unos de otros, seguían por todo el eje hasta llegar al
punto donde hoy vemos los Nuevos Ministerios, punto donde se alzaba
imponente el quinto y último pino.
La gente los utilizaba en aquella época para concretar
sus encuentros, de la misma forma que ahora quedamos en Tribunal o en el Oso y
el Madroño. Lo habitual era quedar en los dos o tres primeros puestos que el
quinto, el más alejado, quedaba casi a las afueras de la ciudad. Precisamente,
en él solían quedar los enamorados para poder darse los besos y caricias
que tan mal visto estaba darse en público por aquel entonces.
Fueron por tanto parejas de novios los que, en busca
de algo de intimidad, se daban cita en ese punto, alejados de las miradas
curiosas. Una costumbre que motivó una expresión muy utilizada varios siglos
después, la de ubicar algo que está muy lejos en “el quinto pino”.
Hasta la próxima!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario